Distintos estudios dicen que las mujeres fingen un orgasmo en algún momento de su vida sexual para que su pareja no se enfade o por no hacerles sentir mal.
POR: MARTA ARASANZ
Diferentes estudios y encuestas realizadas dicen que casi todas las mujeres hemos fingido un orgasmo en algún momento de nuestra vida sexual -nos es relativamente sencillo disimular. La mayor parte de las veces lo hacemos pensando en nuestra pareja, más que en nosotras mismas. Lo hacemos por no "hacerlos sentir mal", "porque la relación no es satisfactoria y cuanto antes se acabe, mucho mejor", "para que no se enfade"... El problema es que nada cambiará en nuestras relaciones eróticas si no somos capaces de decir o de transmitir qué es lo que nos gusta y lo que no, qué nos hace gozar y qué nos inhibe. Además, si nos conformamos con esta situación es muy probable que nuestras relaciones se vean afectadas, más tarde o más temprano, ya que nuestro deseo se verá menoscabado y con ello nuestra frecuencia de relaciones, contribuyendo todo ello a que nuestra relación de pareja pueda desgastarse por este tema.
En demasiadas ocasiones, el orgasmo es vivido como la meta que debemos conseguir para tener una sexualidad gratificante; ya no sólo por nosotras mismas sino también por nuestras parejas, ya que se vive como un indicativo de que la relación sexual ha sido "completa". Nada más lejos de la realidad. Naturalmente, siempre es mejor disfrutarlos que no, pero no se puede valorar la calidad de una relación sexual basándonos exclusivamente en la cantidad de orgasmos que ésta nos pueda proporcionar, o en la dificultad de las piruetas que seamos capaces de hacer para conseguirlos. De hecho, nuestra satisfacción sexual se mide por la satisfacción emocional que éstas nos procuren.
No hay un orgasmo igual. No sólo varía de una persona a otra, sino que su valoración e incluso su intensidad depende de cada mujer y de sus circunstancias: cómo nos encontremos ese día (física y emocionalmente), de la situación sexual que nos haya llevado a tener sexo, de si estamos en pareja o a solas, de nuestras hormonas y sus cambios a lo largo del ciclo menstrual, de si nos gusta nuestro cuerpo o no, y un largo etcétera más. Por ello, no podemos tener un parámetro claro cuando hablamos de nuestra capacidad orgásmica. Cada relación nos puede procurar un orgasmo o no, y éste será de un tipo o de otro dependiendo de muchas más cosas que una estimulación adecuada.
Tomado y resumido de : http://www.parasaber.com/salud/sexualidad/
Ahora bien, desde mi punto de vista personal, el fingir un orgasmo es de lo mas estúpido, que ganamos con hacerle creer a nuestros hombres que disfrutamos en momento cuando en realidad estamos totalmente insatisfechas y eso afectará gravemente nuestra relación en un futuro? ¿para que hacer bulla, gritar, gemir, y hacer el popular y lobo "oh yeah!!" de las películas porno americanas si no se contraen nuestros músculos inferiores, si nuestro "vellocino de oro" no esta gozando de los placeres de la penetración, si no nos estremecemos con la pasión que nos ofrece nuestro "amante"?
Asi que por favor chicas y chicos, dejen de fingir, dejen de inventar cuentos pendejos y aprendan a conocerse en el sexo, hablen, digan como les gusta, donde no les gusta y disfruten del deporte mas sano, delicioso y divertido que hay sobre la faz de la tierra...
Felices Orgasmos!!!
Eso de fingir orgamos me parece un fail.
ResponderEliminarcreo que si una nena finje tiene el mejor elemento de humillar a un tipo "Eres TAn malo, que ni orgamos me producias!!"
Es bueno que sea una mujer quien afronte este tema sin tapujos, ya es hora de acabar con esa doble moral que nosotros mismas nos hemos inventado
ResponderEliminarLo dicho: el día que me toque fingir un orgasmo me sentiré muy miserable y en realidad no creo que sea capaz de hacerlo, porque sencillamente, yo soy como soy y cuando no me gusta algo, es difícil disimular lo contrario...! Lo siento por el man, pero si no me llega a producir nada, mejor que lo dejemos hasta ahí...! jejejeje...
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